Autor: Heriberto Lanfranchi
Editorial: ANCTL
Edición: Enero 1983
Encuadernación: Pasta dura
Páginas: 352 (23 x 31 cm)
Excelentes condiciones
Siendo el toro bravo el principal elemento del espectáculo taurino, las corridas no podrían efectuarse si no existiera este imponente bruto, sentenciado a morir violentamente desde que nace.
Pero en esta condena está paradójicamente la razón de su ser, puesto que se le sigue criando porque muere en los ruedos, y si ello no fuera así, desde hace mucho tiempo esta variedad del «bos taurus» habría sido eliminada por no tener ninguna utilidad práctica y habría desaparecido de este mundo.
Efectivamente, todo lo que en sí son las corridas de toros, desde sus inicios, se apoya en el suceso asombroso de la presencia, y la posterior supervivencia, del toro bravo. Lo que permite el toreo es la manera de ser que tiene y al hecho de embestir ciegamente, a pesar de ser un herbívoro, sobre todo lo que le irrita de un modo directo, pues no arremete para matar y comer a sus presas, sino sólo para destrozarlas y destruirlas, y el conocimiento de este instinto por parte del torero, que logra burlar sus enfurecidas acometidas sirviéndose de un capote o una muleta, o simples movimientos corporales, es lo que ha permitido la creación del arte de torear y el aprovechamiento de la fiera astada. De esta manera, la agresividad del toro de lidia, su bravura, al ser utilizada en un juego emotivo que atrae a mucha gente, ha permitido que los ganaderos especializados en su cría la sigan efectuando.
Y de ello, de la cría del toro de lidia en México desde hace varios siglos, aunque de una manera racional y organizada sólo desde el siglo XIX, de igual manera que en España, es de lo que trata en parte este libro.
¿Pero, qué importancia tiene la cría en sí del toro bravo con su historia en México? Mucha, puesto que al seguir criando los ganaderos animales aptos para el espectáculo taurino, ambos han sobrevivido hasta nuestros días y podemos así reconstituir la historia de los dos.
Por ello, se ha dividido la obra en dos partes: una que trata de la cría del toro bravo en México, su vida desde que nace hasta que muere en una plaza, así como su historia en México desde el siglo XVI, sin dejar a un lado a las ganaderías españolas que contribuyeron a formar al moderno toro de lidia mexicano, y la segunda dedicada a las ganaderías bravas que existen actualmente en México.
Cómo pasó de España a México este descendiente del uro, cómo se aclimató y cómo se reprodujo durante la época colonial, para luego, en la segunda mitad del siglo XIX, transformarse y modificarse radicalmente la manera de criarlo, al preocuparse los ganaderos por mejorar sus productos a medida que los cambios en el espectáculo taurino así lo pedían y volverse más exigentes los espectadores que asistían a él.
Todo ello se tomó en cuenta al elaborar esta historia del toro bravo en México, pero no nada más consultando libros o personas, sino yendo donde se le cría, en el campo, para conocerlo a fondo en su ambiente natural.
Además, y por qué no decirlo, ilustrándola al máximo por considerar el autor de la presente obra que no hay mejor manera de mostrar al toro de lidia, probablemente el más hermoso animal existente, en toda su arrogancia y prestancia.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.